Jesús es esperanza en primer lugar
para los crucificados. Dios resucitó a un crucificado, y desde entonces hay
esperanza para los crucificados de la historia. Estos pueden ver en Jesús
resucitado realmente al primogénito de entre los muertos, porque en verdad y no
sólo intencionalmente lo reconocen como el hermano mayor. Por ello podrán tener
el coraje de esperar su propia resurrección y podrán tener ánimo ya en la
historia, lo cual supone un ‘milagro’ análogo a lo acaecido en la resurrección de
Jesús.
Jon Sobrino,
Jesús en América Latina